Santos que
hablan: Ochún.
La persona
tiene tres enemigos muy poderosos. Uno grande y fuerte de piernas, brazos
gruesos y boca de pico (parecido a un elefante). El segundo muy velludo,
parecido a un mono. El tercero, persona descuidada en su aspecto personal,
sucio y le apesta el cuerpo (como el camello).
Ruéguele a
Obatalá con un vaso de leche, si es de chiva mejor.
No se guíe por
chismes.
Dele de comer
al muerto.
Si sus hijos se
enferman llévelos al médico y trátelos también con el santo. Dele guerreros y
collares.
No subestime a
nadie porque el que menos usted piensa le puede resolver un problema.
Los favores que
has hecho no te lo agradecen.
Usted llora
mucho. Gracias al llanto derramado a usted no le ha dado una cosa, ha podido
desahogarse.
No sea
indolente. Sea sensible ante el dolor ajeno.
No se apresure
tanto en la vida, coja las cosas con calma. Todo a su tiempo.
Las obras que
usted haga verá el resultado después de los 7 días.
Cuide mucho a
su perro.
Hágale misa a
un familiar difunto.
Le vienen tres
suertes.
La gente lo
buscará mucho.
Tiene un plan
en mente que hasta que usted no lo realice no estará contento.
Se va a sacar
la lotería.
Cuídese el
estómago.
No coma tanta
carne.
No hable sus
cosas con nadie.
Amárrele al
perro una cadena en el cuello y llévelo un poco distante de la casa y en la
medida que va el perro de vuelta para la casa se le va desenrollando la cadena
del cuello para que la lleve arrastrando y se le pone a Oggún después y se le
pide a Oggún que si es arrastre que se quite y si es cadena que se corte y que
así como le desenrollamos la cadena al perro nos desenrolle de todas los líos y
problemas en los que nos podamos ver envueltos.
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